jueves, 31 de enero de 2019

Campos de Londres




Título: Campos de Londres.
Páginas: 569
Autor: Martín Amis.
Editorial: compacto anagrama



 El año, un fantasmagórico 1999. Podría ser el último otoño del planeta. Un calor anormal reseca la tierra, azotada por tormentas de polvo. Y cuando por fin llega la lluvia, no cesa hasta parecer un diluvio eterno. El clima político no es menos caótico y una crisis internacional se acerca a su punto de fisión. Este panorama apocalíptico constituye el más que adecuado telón de fondo para la terrible y divertida novela de uno de los más talentosos escritores británicos de nuestros días.
Campos de Londres se inicia con una perfecta inversión del tópico: entre los detritos de Portobello, la «víctima» comienza a acechar a su «victimario», la asesinada dará caza al asesino. Vestida de negro, como corresponde a toda mujer fatal que se precie —o, en este caso, desprecie—, la bella Nicola Six encuentra a su asesino en el pub local, el Black Cross, refugio de vividores, pequeños delincuentes y aficionados a los dardos. Nicola decide que la matará Keith, un estafador de poca monta, estafado él mismo por la vida, alimentado de pornografía y televisión, hijo de la Inglaterra thatcheriana, cruel y vulgar: perfecto para el papel asignado.
Pero la escena del crimen no puede constituirse con sólo dos vértices, y Nicola atraerá a un tercero, Guy, el inocente aristócrata fascinado por los bajos fondos, el ángel caído que pondrá en movimiento al terrible Keith. Los tres se deslizarán en un minuet esperpéntico, en una danza de cortejos y decepciones que enmascaran apenas un sórdido fondo de perversión y violencia. Y quien lo contará todo es un narrador seducido y atrapado por la escena, Samson Young, un joven escritor americano mortalmente enfermo y, quizá, mortalmente estéril...
«Una sátira apocalíptica, una cómica intriga criminal, unan ovela inmensa y provocativa... Como un cruce de La hoguera de las vanidades con El arcoiris de gravedad.» (Michiko Kakutani, New York Times Review of Books)
«De todos los escritores de su generación, Martin Amis es quien mejor ha captado la esencia de la posmodernidad.» (The Guardian)
«Martin Amis ha sido siempre un escritor extraordinario. Tiene un estilo rápido y afilado como una navaja, y un talento para lo grotesco que hace que las pesadillas de otros parezcan acuarelas victorianas.» (John Carey)
«Una novela inmensa, horrible y aterradoramente divertida... Pocos novelistas británicos osarían llegar tan lejos como Martin Amis, y serían aún muchos menos quienes obtendrían tan espléndidos resultados.» (John Banville)
«Aunque parezca imposible, Amis se ha superado a sí mismo. Una impecable crónica de la decandencia, una obra maestra.» (Time Out).

El personaje que me viene a la cabeza cuando recuerdo esta historia es Guy creo que podría deberse a que el mejor me cayo y el que de más seguí el hilo de lo que le pasaba. Los personajes protagonistas son creíbles, pero no me basto porque no los sentí cercanos.
Algunos de estos son Guy, Nicola, Keith y Young.
Los sentimientos que me transmiten el texto es que es de aburrimiento y desconcierto. El argumento tiende a ser previsible y no tiene cambios sorprendentes sin embargo no hay motivos recurrentes. Le obra podría gustar a quien quiere salir de su zona de confort y leer una novela escrita de una manera que probablemente no habrá visto antes y aquellos que les guste los libros que son más de personajes que de trama. El tema del libro es la muerte esta constantemente presente en el libro y es lo que más destaco. Transcurre en 1999 dentro de un contexto de crisis ambiental y económico.  Los conflictos corresponde a las decisiones que deben tomar los personajes con respecto a dichas crisis y a situaciones más personales.


No he disfrutado de esta lectura, creo que no era para mi porque no es el tipo de lectura que tiendo a leer, porque sentía que el contexto histórico estaba muy alejado a mi, contexto que se ve poco, no simpatice con los personajes, ni se me hizo fácil de leer, me costaba identificar de que se hablaba en cada apartado y el número de páginas tan extenso no ayudo tampoco. Tuve que tomarme mi tiempo para leerlo dos meses con paradas contantes por lo dicho anteriormente. Sin embargo creo que puede gustarle a alguien más a pesar de que a mi no, así que sí lo recomendaría. Pude rescatar dos frases y eso ya es largo. Me molesto en gran manera el comienzo que te planteo desde cero quien va ser el asesino y detalles de igual similitud. Creo que a partir de ahí ya debí de dejarlo lo que pasa es que fue un regalo y me daba lastima no leerlo. 
Mi impresión es que el autor quería crear una historia original dentro de la narrativa y en mi punto de vista lo logro. Es una obra donde el suspenso no es el protagonista que tiene acciones concluyentes pero previsibles y a mi no me engancho. En conclusión le doy 2/5.

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